lunes, 21 de junio de 2010

Grupo Literario Signos. DEMOLICIÓN DE LOS REINOS (Sol Negro Editores, 2010). Por Paul Guillén

Desde la Región Lambayeque este grupo literario se mantiene muy activo a través de su blog: http://grupoliterariosignos.blogspot.com. El libro contiene cuatro poemarios titulados “Los últimos días de Caín” de José Abad Ascurra; “¿Dónde acaso es camino?” de Cromwell Castillo Cabrejos; “Abandono del hastío” de Ronald Calle Córdova y “Persistencia del alarido” de César Boyd Brenis. Imágenes apocalípticas, metafísicas, gnosticismo, presencia de la naturaleza unida a referencias de poesía maldita y trascendentalista: Baudelaire, Bukowski, Panero, Pessoa, Colinas, Gamoneda.

Esta es la segunda compilación de Signos. Valdría la pena reflexionar sobre la continuidad o las variaciones entre las dos muestras poéticas. En la primera muestra Signos 2006-2007 (Tiro de gracia editores, 2007) se recogieron los trabajos “Absolución de la noche” de José Abad Ascurra; “Agua / transfiguración o el sonido” de Cromwell Castillo Cabrejos; “Agonía compartida” de Ronald Calle Córdova y “Heterónimos frente al espejo” de César Boyd Brenis, todos los poemarios iban por una onda metafísica, existencial, apocalíptica y ajena a una poética coloquial, es decir, había un discurso más o menos homogéneo y parejo entre todos los poemarios. En esta primera muestra la sección que más destacaba era la de Castillo Cabrejos. En la segunda muestra (Sol negro, 2010) el discurso se mantiene y se reelabora con diferentes lecturas. Hay un cambio sustancial: el poemario que entrega Castillo Cabrejos “¿Dónde acaso es camino?” se instala dentro de lo coloquial e incluso varios poemas tienen carácter sentencioso. Los demás poemarios se mantienen acorde con la primera muestra poética y la sección que más destaca es “Los últimos días de Caín” de Abad Ascurra, el poeta ha extremado su repertorio y su angustia construye imágenes desbordantes y lacerantes.

Tal vez habría que analizar sección por sección: Abad como decíamos es el poeta que más ha extremado los logros de Signos en su segunda muestra poética. Su discurso dialoga con imágenes proféticas y bíblicas e incluso con la poesía de corte maldito desde una experiencia existencial. Aquí es decisiva, por ejemplo, la presencia de Leopoldo María Panero. Abad se inscribiría dentro de una tradición poética peruana esgrimida por Juan Ojeda y que abarca hasta Ernesto Zumarán y Chrystian Zegarra, por mencionar algunos nombres.

Como habíamos adelantado el libro de Castillo Cabrejos es el más diferente de la poética del grupo Signos, aunque el grupo ha tenido una reciente incorporación de nuevas voces con Ericka Madrid (Argentina), Hazzel Yen (México), Zoila Aguinaga (Perú) y Anita Ramos (Perú). ¿Dónde acaso es camino? se abre con una cita de Bukowski: “No era mi día. Ni mi semana, ni mes, ni mi año. / Ni mi vida. ¡Maldita sea!”. Se tratan de poemas irónicos sobre el amor, son zahirientes, ácidos, pero no resignados. Este coloquialismo es más sentencioso que cotidiano. Nos hace recordar algunos epigramas latinos e incluso poemas españoles en tono de adivinanza, acertijo o paradoja.

El tercer poemario “Abandono del hastío” de Calle Córdova es un solo poema en 23 estancias. Hay un cierto nietzscheanismo en sus versos: la condición igualitaria del creador y la criatura, y en otros pasajes la idea del hombre como creador de Dios. Se juega con las ideas de la cotidianidad, la locura y el silencio como salidas posibles. Es quizás el poeta más vallejiano de los cuatro, en realidad, los otros tres poetas tienen referentes distintos.

El último libro es “Persistencia del alarido” de Boyd Brenis, claramente es el más metapoético de los cuatro poemarios. Los primeros poemas se preguntan por las (im) posibilidades de transmisión del poema en tanto comunicación y en tanto percepción. Más adelante uno puede encontrar imágenes de naturaleza: bosques, aves que son metáforas de la escritura. También un poema sobre el ajedrez que continúa el juego cíclico de Omar Khayyam o Borges, reelaboración de mitos (Narciso) o un poema sobre la relación entre los sueños y el inconsciente.

Demolición de los reinos, es un libro que propone una estética grupal y eso es un gran mérito. Se trata de pensar en cierta dirección con los aportes individuales de cada integrante. Demolición de los reinos se constituye sin duda en uno de los mejores aportes de la poesía norteña y peruana, y continúa el legado de César Vallejo, Alcides Spelucín, Luis Valle Goicochea, Mario Florián, Marco Antonio Corcuera, Juan Ojeda, Juan Ramírez Ruiz, Róger Santiváñez o Javier Gálvez.

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