miércoles, 23 de junio de 2010

AMANECIDAS VIOLENTAS de José Pancorvo. Por Víctor Coral / En Luz de Limbo, febrero de 2010

Si bien es cierto que la tradición poética peruana no está exenta de rasgos místicos –pensemos solo en Esther Allison (descubierta para mí por el crítico Ricardo González Vigil) o en Santa Rosa de Lima-, el tener a un poeta místico como José Pancorvo en calidad de contemporáneo no deja de ser un deslumbrante privilegio. Su reciente entrega, Amanecidas violentas (Sol Negro, 2009), confirma plenamente esta idea, y devela, por si fuera poco, algunos destellos lingüísticos que se independizan de aquella condicionante trascendente.

“Cuando pude amanecer/ ya se ponía el sol/ y me salió otra razón”, dice JP, cargado de pesar por no haber vivido el tiempo de oro de la humanidad (la Edad Media, supongo, a juzgar por el tradicionalismo que profesa); pero, a su vez, con el convencimiento de que otra perspectiva es posible en un mundo entenebrecido por la preeminencia del oro, la imagen, y sus usos y abusos que son origen de todos los mal(estares) que nos agobian en tiempos hipermodernos.

Y de ello va el poemario, de amanecidas, despertares, iluminaciones; pero también de oscuridades, grisuras, y un espíritu temible, fortalecido, que se enfrenta a la burda cotidianidad callejera cantándola, elevándola, acaso viendo lo mejor de ella, como en esa parábola de los Evangelios Gnósticos donde los discípulos de Jesús solo siente hedor y repugnancia frente a un perro putrefacto, y el Salvador se fija en la belleza de sus blanquísimos dientes…

“Vendí el mundo al botellero”. ¡Qué contundencia trivial la de este verso! Y retrata el programa de toda mística: el abandono del repugnante mundo manifestado para asumir un compromiso mayor con lo trascendente, aun cuando esto no necesariamente asegure logros poéticos (pero en el caso de JP el balance es positivo).

Amanecidas violentas es un texto tan complejo, en consecuencia, que con solo detenernos en el aspecto de las transgresiones gramaticales tendríamos para un ensayo especializado cuyos objetivos escapan a este recensión. Basta señalar que en “Canción en Taxi Cristalino” aquella transgresión se devela (¿rebela?) como una auténtica necesidad expresiva:

Pero yo aún venía muy
Para regalar
El licor paraísos infinito
(…)
El muy cielos
Aún pasó
Y yo ya estoy bien
muerto
muy el cráneo de meditación.

Todo el que conoce bien a JP estima que su figuración en medios y su reconocimiento como poeta debería incrementarse. No voy a enfatizar ello. Solo quiero recordar que el camino místico aquí, en España (recordemos al gran De la Cruz) y en la China (literalmente hablando) nunca ha sido una alfombra roja hollywoodense, y andarse quejando por ello es cosa de no-logrados y codiciosos. Este no es el caso de JP: en su obra se resume -sublime y violentamente- lo mejor y lo más oscuro de nuestra tradición; lo más elevatricio -yo también me gasto mis neologismos- de nuestra desconcertante o maravillosa realidad (al gusto del cliente), y un espíritu que pugna por encontrar una salida mayor al despropósito global actual. Con Amanecidas violentas debemos celebrar que esa ideología –que podemos compartir, combatir o repudiar, igual da- no haya difuminado lo poético; más: lo ha fecundado.

Trepana el cosmos muyuntin
Y en el continuismo sublime
No pienso, no deseo,
No dudo, no recreo,
No ambiciono
Y más que las plantas del paraíso
Es en ensueño divino en el corazón y la Plaza
Y en el arte del no-espacio sin escalas
Mi residencia-templo:
Ondulo hasta cuando no existía
Y adoro
En el Corpus Christi:
Nada de bienes menores
La afinación de mi exorcismo se sublima.

Fuente: Luz de limbo

TV BLOG LITERARIO: Programa de entrevistas conducido por Raúl Heraud y César Pineda. Por Cromwell Castillo

Cuando dos o más personas visionarias se unen para hacer de la creación y difusión literaria un nexo vital entre quienes las asumen, nacen los proyectos urgentes, y esa búsqueda inagotable de nuevas ideas y oportunidades, nos permiten ser testigos de realizaciones esperadas y satisfactorias.

TV BLOG LITERARIO fue un proyecto que encontró concretización en manos de sus dos gestores, los poetas Raúl Heraud y César Pineda. Ambos, caminantes tenaces en esta difícil senda, han venido trabajando ideas con resultados prósperos (entre otros eventos, fueron piezas claves en la organización de Lectura Poética Nacional “Novísima Poesía Peruana”). Ahora aparecen en la escena cultural con este nuevo espacio que propone apertura e información literaria total.

TV BLOG LITERARIO es un programa de entrevistas a poetas y/o escritores, que tiene como objetivo no solo dar a conocer los sucesos últimos del acontecer literario nacional e internacional, sino hacer trascender la creación desde las voces mismas de los autores.

“Nuestra consigna es que TODOS, SIN ARGOLLAS, tengan un espacio donde puedan difundir sus trabajos” nos dice Raúl Heraud. Por otro lado, Pineda manifiesta: “Rogamos a ustedes nos apoyen a difundir este proyecto que nos apasiona y nos gusta. Por esa sencilla razón, compartimos nuestra locura”.

Y es verdad, este tipo de locura es uno de los más ventajosos de la lucidez. Desde ella se forjan consignas y desafíos, temperamento y resultados destacables. No se puede dudar que un misil como TV BLOG LITERARIO, pegue directo contra el silencio y la ausencia de posibilidades para quienes tienen algo que revelar, algo que hacer detonar desde su universo poético o narrativo.

De esta manera se está poniendo en marcha este vehículo de letras para las letras. Se espera que siga con la misma constancia, y que logre, a pesar de cualquier indiferencia minúscula, expectativa general en bien de todo quehacer creativo que sugiera fervor por la Literatura.

Dar click en imagen de TV BLOG LITERARIO para ver las entrevistas a los poetas: Héctor Hernández Montecinos, Wilver Moreno Tineo, Vanessa Martínez Rivero, Roger García Clavo, entre otros.

CIUDADELIRIO (Sol Negro Editores, 2010) de Mario Morquencho. Por Fernando Odiaga Gonzáles

El libro Ciudadelirio (Lima: Sol negro editores, 2010) de Mario Morquencho es la conciencia emergente de un hombre de provincia, forastero en esa metrópoli sicótica que es Lima la horrible, la de Salazar Bondy, en la que hay: “Un dulce malestar de Enero a Enero y un estarse muriendo todo el año”. Dicha conciencia emergente es lo que surge de la aprehensión y comprensión de las vivencias, las imágenes, que se presentan día a día en la gran ciudad, como una especie de extravío, un trastorno, en suma: un delirio. Morquencho escribe: “El cantar de la feria repleta de provincianos como yo/ retorna a mis oídos/ como silbido de viento clamando su existencia”; el viento que clama su existencia simboliza la vida de los provincianos, viento viajero que sopla y pasa volando desde los confines de la tierra (advenedizo por lo tanto), refrescando desde lejos un lugar, cualquier rincón del mundo, o por ejemplo: Lima la horrible.

El viento que se vuelve canto y que retorna a los oídos como un silbido podría ser esa conciencia delirante de la que hablamos al principio, conciencia que luego vive y siente: "tratando de equilibrar la nostalgia/ bajo la sombra de un árbol” como canta Morquencho".

En el mismo poema que comentamos, Parque universitario, podemos leer frases como “letanía de horas”, expresión de la cadencia y el ritmo tediosos de la capital; o leemos la frase “tarde macerada” que son ese mismo ritmo de fatalidad y absurdo impregnado en las horas durante un paseo por la gran urbe, ahora transformados en embriaguez, en calma evasiva, en olvido, completando el sentido con la frase “cántaros de chicha” y el parque se transforma en una visión multifacética y policroma, en escala de grises, de libaciones y sabores ancestrales. Luego de su paseo Morquencho retorna en autobús: “a resucitar mi habitación desconocida”, es decir retorna al recogimiento, a la soledad, al propio cuerpo confinado en un espacio cotidiano, que para Morquencho tiene la cualidad de ser desconocido, ignorado. ¿Por qué? Porque Lima es una ciudad que nos extrae el espíritu y la vida como un holocausto al absurdo; porque apiñarse diez millones de seres humanos en un solo sitio parece una locura, algo irracional. No podemos ser todos, y a veces ellos te niegan ser algo, te quedas vacío, solo y no sabes quién o qué eres.

De nuevo en el autobús, retornando a casa, en la 73, ese elefante verde que cruza Lima de norte a sur, Mario Morquencho percibe los rostros de los seres que habitan la metrópoli, los escruta, advierte sus estados, los recrea poéticamente y nos muestra sus poéticos pasajeros de autobús, sentados o parados, como otra ofrenda del delirio: rostros que tienen todos los colores, de “bigotones, dormilones y viejos verdes”, “De princesas sin príncipe”, de “obrero mal pagado”, etc. El solo acto de mirar con la sensibilidad despierta, poniéndose en el otro, simula esa comprensión que se aleja y se acerca de la verdad como el delirio. Cada rostro se transforma en un acto verbal del poeta mientras la 73 sigue rumbo a Chorrillos.

Lima propiamente, es vista por Mario Morquencho como un “cielo preñado de sótanos/donde jugamos a vivir”. La imagen de los sótanos en el cielo es agramatical y contradictoria, con una connotación especial, que nos desvela lo que significa la urbe para el poeta. Cielo igualado a subsuelo. Confinamiento y libertad; en cierro e infinito; el cielo preñado de sótanos habla de una posibilidad, una esperanza, de soledad y libertad, “jugar a vivir” nos lleva también a la idea de libertad. Pero, ¿no es acaso que jugamos en los sótanos como los niños, y que el cielo preñado no es otra cosa que la mujer solitaria, libre, infinita, maternal, que nos ofrece “jugar a vivir” como la esperanza en la dicha y la plenitud, allí precisamente, en la gran urbe, sobre la cual se extienden penas, miserias, fatigas, tanto como falsas grandezas y oropeles. Allí Morquencho cantará a las “cartitas de amor” flotando “en heces por el río” o “algún borracho que micciona decadencia” y es así porque solo mirar y escuchar en las grandes ciudades como Lima te puede llevar a ese delirio involuntario donde se mezclan belleza y coprolalia, grandeza y miseria.

La imaginería poética de Mario en su delirante Lima vivencial es de primerísima inspiración, de acercamiento piadoso, revestido con lo mejor de los recursos estilísticos de nuestra tradición poética. El libro entraña un tributo a Trilce y al surrealismo, a Martín Adán y Jorge Eduardo Eielson, entre otros registros verbales y rasgos de estilo. Hay un aporte de los setentas en tanto hay ritmo urbano, protesta social, existencialismo, integralidad, como quería Juan Ramírez Ruiz y los horazerianos. Pero en Mario la protesta se diluye en la visión intimista y por el otro lado el altruismo se desnuda en una sensibilidad metafísica, tal vez en una búsqueda de una esperanza más radical, trascendente y poderosa frente al vacío y la nada. “Cuando suene la campana, el amarillo del desierto se confundirá con el sol”; es decir, en la nada y el vacío de una ciudad anómala, amoral, absurda, viciosa, finalmente la luz viajando en el infinito, como es el título del último poema, en el que hay una especie de visión profética, una promesa y una utopía, más allá de la muerte y el absurdo, para esos limeños que se han despertado llorando, como dice Eielson en el epígrafe del libro de Mario. El surrealismo y el intimismo se dan la mano en esta poesía donde Lima se ha transfigurado como en un sueño, se ha convertido en delirio.
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Fuente: Ciudadelirio

CENTRALASIA de Roberto Echavarren: Un viaje por el deseo. Por Paul Guillén / Pronto edición 04 de la Revista Sol Negro

Centralasia, de Roberto Echavarren - Buenos Aires: Tsé-Tsé, 2005

Xavier Abril y Juan Parra del Riego quizás sean los escritores que, de manera más certera, encarnen la presencia cultural del Perú en Uruguay. Traemos a colación esta referencia histórica debido a que el último libro de Roberto Echavarren (Montevideo, 1944) ha sido publicado por el sello del peruano Reynaldo Jiménez en Buenos Aires (Argentina). No es ocioso mencionar esto debido que también en Centralasia se produce un cruce de imaginarios y culturas, mundos que se encuentran distantes, pero no del todo alejados. En esta instancia, creemos válido remarcar, que si bien es cierto que buena parte de la producción poética de Roberto Echavarren se encuentra transitada por una pulsión erótica, de acuerdo a una práctica neobarroca, por ejemplo, como ha señalado Enrique Foffani en el diario La Nación, la constante en Animalaccio (1985) es la relación impetuosa entre Adriano y Antinoo, lo que ocurre en Centralasia es que esa pulsión también sirve de marco o frontispicio para la enunciación poética: “esta es la ventaja de que él / se siente encima de mí. / Dejo el control cogiendo / a su iniciativa sin encargarme, / no queriendo querer / gozando”. Es así, como esta pulsión funciona como desencadenante, a través de un carácter persuasivo y trasgresor, para reflexionar sobre la danza, el teatro, la naturaleza como un recorrido opaco y distante: “el territorio parecía un océano fosilizado”, el conocimiento, el deseo hasta los desplazamientos de los actores en el texto a través de la configuración de la “herida” como frontera entre lo propio y lo otro: “se abre el vientre, / se saca el intestino y luego se lo cierra”.

En ese sentido, Centralasia es un recorrido fragmentario, en un flujo de 57 páginas, por un mundo oriental figurado, entre el Tíbet y China, “en la adusta Centralasia, / no puede llamarse vida, sino desiertos álgidos”, que distribuye su mundo en función de la secta de los sombreros rojos, que estaría signado por el ascetismo, en contraposición del locutor personaje (el viajante), que es considerado como un sujeto exótico “yo era persona poco grata, / un entrometido y un estorbo”, además, se remarca esta disposición de los actores con la configuración de los chinos como los otros “el vecino colosal beligerante”. Esta organización de mundo nos estaría hablando de la presencia activa de la representación del viaje temporal y espacial como catalizadora de la guerra, el progreso, la tecnología, el amor, etc. Este locutor personaje al ser caracterizado como exótico recibe la desconfianza de los demás actores en el texto, por ello, cuando encuentra otros actores en el camino se trata de seres cansados, pesimistas o en un par de ocasiones seres caracterizados por la enfermedad y la duda “encontré a un soldado enfermo / alto, de rostro descompuesto por la fiebre. / Me acerqué e intentó rechazarme”. De esa manera, se produciría una transferencia de estos sentimientos hacia el locutor personaje exótico, es decir, para la secta de los sombreros rojos este actor estaría caracterizado por la enfermedad, la negatividad y la muerte. Otro de los puntos relevantes del libro es la configuración de la pareja viajante como andrógina, oscura, lo que estaría más marcado en estas figuras sería la lucha entre el deseo y el conocimiento “el conocimiento nos daría el no desear” y una problemática en la relación dual de los actores “un gallo o palomo representa la concupiscencia, / la atracción de las cosas, / del yo al otro no yo / nacen esas dudas y deseos / de la noción de dos”.

Por último, quisiéramos precisar que para el psicoanálisis y también para Centralasia el goce es lo indecible, lo inter-dicto o siguiendo a Lacan sólo puede ser dicho entre líneas, mientras el deseo funciona como lo decible, vinculado al placer “los ojos del joven / poseían una luz capaz de iluminar el universo / y sin saber exacto cómo ni porqué / me sentí atraído por él”, esto quiere decir que cuando se goza en función del objeto “a” o plus de gozar o incluso cuando hablamos del otro reducido a objeto “a” se trataría del autismo del goce, de lo auto-erótico, en contraposición del otrismo del deseo, en este caso, el actor inicial y compañero de viaje después, que “se quitó la peluca”, se configuraría según la mirada del yo, a partir de este elemento postizo, como un elemento de goce perverso “me daba la impresión de que el joven / era el nudo más secreto y relampagueante de un enigma / y empecé a acunarlo dulcemente / acompañando el movimiento de breves frases rítmicas / que pronunciaba con una ligera sonrisa que parecía / dirigida a mí mismo”.

Fuente: Sol negro
Publicado en Revista Sol negro, número 1.
Lima, diciembre de 2006.


EN BREVE ESTARÁ EN CIRCULACIÓN EL NÚMERO 4 DE LA REVISTA SOL NEGRO. PRÓXIMAMENTE LES DAREMOS EL LINK PARA VISITARLA...

BALADA DE LA PIEDRA QUE CANTA (Dragostea, 2009) de Juan Pablo Mejía. Por Javier Ágreda

POESÍA VIVA

Juan Pablo Mejía. Balada de la piedra que canta (Dragostea, 2009)

Todas las semanas se realizan numerosos recitales de poesía en el llamado circuito cultural “alternativo”. Quienes ahí leen sus textos pertenecen a una nueva generación de poetas (jóvenes, inéditos o con un solo libro publicado) y aunque la experiencia nos dice que las voces más oídas no suelen pertenecer a los más talentosos o constantes en el trabajo literario, siempre hay poetas que se destacan. Es el caso de Juan Pablo Mejía (Lima, 1982), autor del libro Balada de la piedra que canta (Dragostea, 2009) y que con el grupo “Nudo de voces” suele participar en eventos literarios y recitales poéticos.

A diferencia de la mayoría de sus compañeros de generación, Mejía se acerca a la vertiente más artística y literaria de la poesía, a esa “otra margen” constituida por los simbolistas, surrealistas y seguidores. Estos 16 poemas, casi todos de temática “amatoria”, están escritos con versos sonoros, imágenes que vinculan al cuerpo humano con elementos cósmicos y también con muchas citas literarias (de un poema se dice que contiene “versos” de ocho autores), que van desde Basho hasta Alejandro Romualdo.

Por supuesto, una propuesta de este tipo tiene sus peligros: caer en la simple búsqueda de palabras bellas, la facilidad de ciertas metáforas o la acumulación de alusiones culturosas; todo ello en desmedro de la originalidad o los aspectos reflexivos de la poesía. Aunque no todos los poemas de Balada de la piedra que canta logran evitar esos peligros, en conjunto resultan un auspicioso debut literario para Juan Pablo Mejía.

Fuente: Libros

L’association Communic’Art organise cette manifestation. Por Perú: Porfirio Mamani Macedo

A l’occasion du Bicentenaire de l’indépendance de l’Argentine et de l’Amérique Latine, L’association Communic’Art organise cette manifestation en collaboration avec la maison du Mexique et avec la participation d’Andres Ordonez ainsi que celle du PEN club de Paris, cercle littéraire international.

L’événement consistera à la présentation et la dédicace du livre de Pablo Gacia, le Rien plein de Joie, ainsi que la présence de poètes latinos vivant à Paris com me Ruben Bareiro Saguier, Porfirio Mamani Macedo, Nicole Barrière, Vivian Lofiego ou encore Luisa Futoransky.

Mais également de la danse et de la musique typique Argentine. Nous vous attendons à cet événement à la Maison de l’Amérique Latine le lundi 28 juin à 18h30, au 217 boulevard Saint Germain dans le 7ième arrondissement de Paris.

El giro reivindicativo de Cela. Por César Boyd Brenis. Publicado en el diario La Industria de Chiclayo. 11/05/10

Lejos de la mala reputación de los gallegos, lejos de la injusta y macabra adjetivación a sus capacidades mentales, muy entre ellos, entres sus romerías y sus credos, nació Camilo José Cela, un gallego prolífico que con sus logros desagravió la fama de la localidad de Padrón, provincia de La Coruña, para que nadie más pueda volver a verla con ojos indiferentes: un Premio Nobel había surgido entre sus linderos.

Su nombre completo tendría que leerse en varios tiempos de descanso, como una lista de colegio: Camilo José María Manuel Juan Ramón Francisco Javier de Jerónimo Cela Trulock.

Huraño, antojadizo e inagotable; era un niño grande cargado de hormonas superpuestas, a quien le daba lo mismo poder recibir a los periodistas en el baño o en un salón elegante. Irreverente hasta el hartazgo y lúcido en su senectud terminal. Hoy habría cumplido 94 años, mas se quedó en los 85; la misma edad que tuvieron en la hora de la última partida el filósofo griego Teofrasto, el venezolano Rómulo Gallegos y, el autor de El lobo estepario, Hermann Hesse.

Los homenajes nunca le serán ajenos, tampoco las abominaciones. Hace algunos años salieron algunos documentos que relacionaban a Cela con el franquismo. Lo colocaban como el único intelectual delator de la historia de España. Todavía existe la polémica de la autenticidad de esos archivos, mostrando en resumen la supuesta doble cara del escritor.

Su vida fue una gran novela gallega. Utilizó la tuberculosis que contrajo a muy temprana edad para internarse en un sanatorio y leer sin descanso a todo autor del canon literario español y sobre todo la obra de Ortega y Gasset.

Como es común entre los grandes, no todos lo veían con buenas vibras. El chileno Roberto Bolaño detestaba a Cela, igual o mucho más que a Octavio Paz. “Un cuentista que tenga un poco de aprecio por su obra no leerá jamás a Cela”, afirmaba el autor de Los detectives salvajes en su cuarto mandamiento del escritor.

Hermoso es imaginar que La familia de Pascual Duarte, su gran novela tremendista, la elaboró mientras trabajaba en una industria textil. Galicia (o Galiza) estaba dejando de ser tierra plenamente destinada a la agricultura y la pesca, que la tradición avalaba, y el sector industrial emprendía vuelo como también la literatura galaica (adjetivo poco usado, pero sonoro y correcto).

Por otro lado, la editorial Alfaguara le debe a Cela su nacimiento en 1964. En ella publicó muchos de sus libros que acompañaron a los de otros autores de la vida cultural española que era, como diría Cela, carpetovetónica.

El Premio Nóbel de Literatura de 1989 fue su máxima conquista, y los campesinos, pescadores e industriales gallegos se ponían de pie ante el venturoso laurel, que en cierta medida, era también de ellos.

En 1994 fue acusado de plagio por su obra que conquistó el Premio Planeta, La cruz de San Andrés. El juicio se archivaba y se reabría, hasta que Cela salió libre de todo pecado que su trayectoria jamás hubiese permitido, y sus seguidores, tampoco perdonado.

Por una coincidencia trágica, muere el mismo día en que su hijo cumplía años en el 2002, teniendo como últimas palabras: “¡Viva Iria Flavia!”, ciudad de Padrón, el mismo terruño que realzó para que el mundo entero, cuando piense en un gallego, piense en Cela sin complejos ni prejuicios.

martes, 22 de junio de 2010

Antonio Cisneros y el curso de su reconocida vitalidad literaria. Biografía. Premio Neruda 2010. Selección de Poemas

Biografía
Antonio Cisneros
(Lima 1942). Poeta, periodista, cronista, guionista, catedrático y traductor. Estudió en la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos y en la Pontificia Universidad Católica del Perú entre 1960 y 1965. Obtuvo el Doctorado en Letras en 1974. Tiene tres hijos y cinco nietos.

Pertenece a la llamada "
Generación del 60" de la literatura peruana. Ha sido uno de los que más ha publicado y el más reconocido poeta peruano de este grupo.

El 8 de junio de 2010 recibió en Santiago de Chile el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, entregado y financiado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de ese país. El galardón se entrega desde 2004 y que ya es una de las distinciones más prestigiosas a nivel internacional, con un premio de $30.000 dólares y renombrados jurados y ganadores.

El jurado de este año está presidido por el Ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke, y conformado por el poeta nicaragüense Ernesto Cardenal (Ganador de la versión pasada) quien votó vía epistolar al no poder estar presente en la ceremonia; la académica y crítica literaria chilena Adriana Valdés; el poeta peruano Arturo Corcuera; el crítico literario y escritor uruguayo Alfredo Fressia; y la poeta chilena Delia Domínguez.

Entre otras distinciones, en tanto que poeta, ha ganado el Premio Nacional de Poesía, el Premio Casa de las Américas, el Premio Cosapi de la Creatividad, el Premio Gabriela Mistral de la Organización de Estados Americanos, el Premio Iberoamericano José Donoso, el Premio de Poetas del Mundo Latino Víctor Sandoval, Aguas Calientes, la Orden de Caballero de las Artes y las Letras de Francia.

Ha enseñado en diversas universidades del Perú, Estados Unidos y Europa. Ha hecho periodismo en prensa, radio y televisión. Actualmente es director del Centro Cultural Inca Garcilaso del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú.

Estilo
Sus poemas se caracterizan por la frecuente alusión a aspectos de la
literatura, la cultura y la vida contemporánea como material para las reflexiones del autor, que suele usar un sentido del humor irónico.

Obras
Sus poemas han sido traducidos a
idiomas como el chino, griego, japonés, alrededor de 14 idiomas en total.

Entre sus principales obras poéticas están: "Destierro" (1961), "David" (1962), "Comentarios reales de Antonio Cisneros" (Premio Nacional de Poesía) (1964), "Canto ceremonial contra un oso hormiguero" (
Premio Casa de las Américas) (1968), "Agua que no has de beber" (1971), "Como higuera en una campo de golf" (1972), "El libro de Dios y de los húngaros" (1978), "Crónicas del Niño Jesús de Chilca" (Premio Rubén Darío) (1981), "Agua que no has de beber y otros cantos" (1984), "Monólogo de la casta Susana y otros poemas" (1986), "Por la noche los gatos" (1988), "Poesía, una historia de locos" (1989), "Material de lectura" (1989), "Propios como ajenos" (1989) (1991) (2007), "Drácula de Bram Stoker y otros poemas" (1991), "Las inmensas preguntas celestes" (1992), "Poesía reunida" (1996), "Postales Para Lima" (1991), "Poesía" (3 volúmenes) (2001), "Comentarios reales"(2003), "Como un carbón prendido entre la niebla" (2007), "Un Crucero a las Islas Galápagos" (2005)(2007), "A cada quien su animal" (2008), "El caballo sin libertador" (2009).

Entre sus obras en prosa: "El arte de envolver pescado" (1990), "El libro del buen salvaje" (1995) (1997), "El diente del Parnaso (manjares y menjunjes del letrado peruano)" (2000), "Ciudades en el tiempo (crónicas de viaje)" (2001), "Cuentos idiotas (para chicos con buenas notas)" (2002), "Los viajes del buen salvaje (crónicas)" (2008).

Premios
Premio Nacional de Poesía en
1965 en Perú, Premio Casa de las Américas en 1968, Premio Rubén Darío en 1980, Premio Interamericano de Cultura "Gabriela Mistral" en 2000, Premio Nacional de Poesía (1965), Premio Casa de las Américas (1968), Premio Rubén Darío (1980), Condecoración al Mérito Cultural de la República de Hungría(1990), Gabriela Mistral Inter-American Prize for Culture (2000), Premio Iberoamericano de Letras "José Donoso" Santiago (2004), Caballero de la Orden de Artes y Letras del Gobierno Francés (2004), Homenaje a su obra en el Encuentro de Poetas del Mundo Latino, Morelia (México) 2009, Premio de Poetas del Mundo Latino Víctor Sandoval, Aguas Calientes (México) 2009, Premio Iberoamericano de Poesía “Pablo Neruda” (Chile) 2010.

Su voz y su poesía están registradas en el archivo de la palabra de la Biblioteca del Congreso en Washington DC, en el archivo de la palabra de la Casa de las Américas en La Habana y en el archivo de la palabra de Casa de Poesía Silva en Bogotá.

Fuente: Wikipedia

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Antonio Cisneros ganó el Premio Neruda
El poeta peruano Antonio Cisneros fue galardonado este martes (08 de junio) con el premio iberoamericano de poesía Pablo Neruda por unanimidad del jurado, y recibirá US$30 mil el 12 de julio, natalicio del desaparecido y laureado Nobel chileno, en una ceremonia que encabezará el presidente Sebastián Piñera.

El año pasado el premio, instaurado por la Fundación Neruda en 2004 para distinguir la poesía latinoamericana, fue otorgado al nicaragüense
Ernesto Cardenal. Otros ganadores han sido el mexicano José Emilio Pacheco, el argentino Juan Gelman, el peruano Germán Belli, la cubana Fina García-Marruz y la chilena Carmen Berenguer.

El jurado que distinguió a Cisneros lo integró el ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke; el poeta peruano
Arturo Corcuera, el traductor y poeta uruguayo Alfredo Fressia y las críticas literarias Delia Domínguez y Adriana Valdés. También lo integró, telefónicamente, el último ganador, Ernesto Cardenal.

Fuente: Perú 21
Publicado el 08/06/2010.
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Selección de Poemas de AC:

De CANTO CEREMONIAL CONTRA UN OSO HORMIGUERO. 1968

Poema sobre Jonás y los desalienados
Si los hombres viven en la barriga de una ballena
sólo pueden sentir frío y hablar
de las manadas periódicas de peces y de murallas
oscuras como una boca abierta y de manadas
periódicas de peces y de murallas
oscuras como una boca abierta y sentir mucho frío.
Pero si los hombres no quieren hablar siempre de lo mismo
tratarán de construir un periscopio para saber
cómo se desordenan las islas y el mar
y las demás ballenas -si es que existe todo eso.
Y el aparato ha de fabricarse con las cosas
que tenemos a la mano y entonces se producen
las molestias, por ejemplo
si a nuestra casa le arrancamos una costilla
perderemos para siempre su amistad
y si el hígado o las barbas es capaz de matarnos.
Y estoy por creer que vivo en la barriga de alguna ballena
con mi mujer y Diego y todos mis abuelos.

De COMO HIGUERA EN UN CAMPO DE GOLF. 1972

Cuatro boleros maroqueros
1
Con las últimas lluvias te largaste
y entonces yo creí
que para la casa más aburrida
……………[del suburbio
no habrían primaveras
ni otoños ni inviernos ni veranos.
..........Pero no.
Las estaciones se cumplieron
como estaban previstas en
……………[cualquier almanaque
Y la dueña de la casa y el cartero
no me volvieron a preguntar
por ti.

2
Para olvidarme de ti y no mirarte
miro el viaje de las moscas por el aire
…………Gran Estilo
…………Gran Velocidad
…………Gran Altura.

3
Para olvidarte me agarro al primer
…………tren y salgo al campo
Imposible
Y es que tu ausencia
tiene algo de Flora de Fauna de Pic Nic.

4
No me aumentaron el sueldo por tu ausencia
sin embargo
el frasco de Nescafé me dura el doble
el triple las hojas de afeitar.

De COMENTARIOS REALES.1964

Paracas
Desde temprano
crece el agua entre la roja espalda
de unas conchas
y gaviotas de quebradizos dedos
mastican el muymuy de la marea
hasta quedar hinchados como botes
tendidos junto al sol.
Sólo trapos
y cráneos de los muertos nos anuncian
que bajo estas arenas
sembraron en manadas a nuestros padres.

De AGUA QUE NO HAS DE BEBER. 1971

Tercer movimiento (Affettuosso)
Para hacer el amor
debe evitarse un sol muy fuerte sobre los ojos de la muchacha,
tampoco es buena la sombra si el lomo del amante se achicharra
para hacer el amor.
Los pastos húmedos son mejores que los pastos amarillos
pero la arena gruesa es mejor todavía.
Ni junto a las colinas porque el suelo es rocoso ni cerca de las aguas.
Poco reino es la cama para este buen amor.
Limpios los cuerpos han de ser como una gran pradera:
que ningún valle o monte quede oculto y los amantes
podrán holgarse en todos sus caminos.
La oscuridad no guarda el buen amor.
El cielo debe ser azul y amable, limpio y redondo como un techo
y entonces
la muchacha no verá el dedo de Dios.
Los cuerpos discretos pero nunca en reposo,
los pulmones abiertos,
las frases cortas.
Es difícil hacer el amor pero se aprende.

De CRÓNICA DEL NIÑO JESÚS DE CHILCA. 1982

Antes que el olvidos nos
Lo que quiero recordar es una calle. Calle que nombro por no
nombrar el tambo de Gabriel
y el pampón de los perros y el pozo seco de Clara
Vallarino y la higuera del diablo.
Y quiero recordarla antes que se hunda en todas las memorias
así como se hundió bajo la arena del gobierno de Odría
en el año 50.
Los viejos que jugaban dominó ya no eran ni recuerdo.
Nadie jugaba y nadie se apuraba en esa calle, ni aun los
remolinos del terral pesados como piedras.
Ya no había hacia dónde salir ni adonde entrar.
La neblina o el sol eran de arena.
Apenas los muchachos y los perros corríamos tras el camión
azul del abuelo de Celia.
El camión de agua dulce, con sus cilindros altos de Castrol.
Yo pisé entonces una botella rota. Los muchachos (tal vez) se
convirtieron en estatuas de sal.
Los perros (pobres perros) fueron muertos por el guardián de la
Urbanizadora.
Y la Urbanizadora tenía unos tractores amarillos y puso los
cordeles y nombró como calles las tierras que nosotros no
habíamos nombrado.
(También son sólo olvido.)

Lo que quiero recordar es una calle. No sé ni para qué.

De POR LA NOCHE LOS GATOS. 1989

Londres vuelto a visitar
(Arte poética 2)
London’s burning
London’s burning


Por qué demonios tuve que volver a buscar esos muertos que ya otros habían enterrado.
8 Gloucester Road, 10 Redcliffe Gardens, Earls Court, Nevern Square, Metro de Sloane.
Coliseos después de los cristianos, cáscaras de huevo destruidas y armadas a lo largo de todo mi destierro.
“Las ciudades son las gentes que dejas”. Y qué había dejado sino cuentas del Kensington, la casa sin pagar.
Mis amigos se aburrieron de mi peña, y yo de leer versos para caer en gracia. Al fin y al cabo
las iguanas no podían echarle la pelota a sus agallas porque ya no servían, ni aullar por sus aletas llenas de uñas:
no había más remedio que saltar a la tierra (fin de la Era Terciaria).
Pero es bravo saber cómo y cuándo se pasa de ese Antes De Cristo al Después De,
si uno sale a la calle el día uno (siendo el siglo primero) y cree que es un viernes 24
(esto suena a Vallejo) y encuentra un Daily Mirror en el Metro y se entera que es jueves.
De ahí la explicación porqué Bernini perdió su clientela -próspera, al día en las noticias-
haciendo planos amplios, detallados del Gran Renacimiento cuando el mundo pasaba al corral del Barroco.
Ahora lo sabemos.
Elsham Road. Allí está la casita donde íbamos a ser / felices como chanchos.
Y el griego de la esquina que no me reconoce todavía. Cómo decirle “he vuelto después de casi un año”,
si aún no me comprende cuando pronuncio harina, lechuga, perejil (ah los griegos son duros de la oreja).
Mi primera esposa se quedaba dormida antes de los horarios convenientes, mis amigos
practicaban costumbres parecidas. Y el mundo es terminar chupando con algún sudafricano
negro, con algún sudafricano blanco ( a favor de los negros) y una reja
que en la noche rechina y te entusiasmas y entonces te imaginas a un viejo visitante:
la muchacha que juró perseguirte por las siete provincias, un dramaturgo inglés con yerba en los bolsillos. Una gorda que regresa cansada, que trepa a su covacha, eructa -no te saluda más.
Por todas esas cosas nunca vale la pena volver a las ciudades (ni habitarlas).
Y aquí, en la frontera con Italia, otra reja rechina. Es el Mistral, es la gorda extranjera que te eructa.
A veces piensas que si fuese la Muerte también te alegraría (y esto resuena a Heraud).
Y en Lima rechinaban esas rejas, y una y otra vez eran la misma, la redonda impostora, la que eructa: Ceniceros repletos,
el humo como un choro entre su concha (bajo el viejo silencio del primer cigarrillo), y en la calle
te es la misma vaina treparte al colectivo que va al Norte, treparte al colectivo que va al Sur
(“un laurel viejo de las manos del propio Virgilio y de manos de Erasmo una medalla rota”).
Me parece mentira que no aprendas.
Ya van a repetir -si lo repiten- que rampas entre tonos y entre temas de algún Romanticismo.

Sea el Arte Poética… El libro de mis libros se acabó.

La Poesía de Carlos Eduardo Quenaya en ELOGIO DE OTRA VANA INVENCIÓN (Lustra Editores, 2008). Por Cromwell Castillo Cabrejos

Con un lenguaje formal y un determinante gozo por la reflexión y el juicio, se presenta Carlos Eduardo Quenaya (Arequipa, 1984) con su libro de poemas Elogio de otra vana invención (Lustra Editores, 2008). La búsqueda estética, la importancia de las imágenes como causa-efecto del estremecedor sonido interior y la hondura a modo de esquirlas que se empeña en lacerarnos la existencia redondean la publicación primigenia de Quenaya. Pero no es frecuente encontrar en un primer libro la bondad de una madurez ni el soporte sólido de una propuesta audaz, al autor lo marca definitivamente la vida de estudio y el ritmo paciente de la disciplina literaria. En mi caso la escritura es un proceso muy lento. Empiezo trabajando el poema con el oído. Intento perseguir cierta cadencia que percibo con las orejas, luego el trabajo consiste en hallar la palabra que se ajuste mejor a la música que suena dentro de mí, afirma el poeta.

En Elogio de otra vana invención no sólo encontramos el cuestionamiento del poeta hacia sí mismo –lo cual define su estado de conciencia, el panorama total entre él y la Poesía como un ser extraño y no menos posible–, encontramos el puente entre ambas entidades, aunque esto traiga consigo registros de contrariedad y vías de autoflagelación que colindan con la atadura de todos los opuestos.

El libro abre sus fauces teniendo como clave una sentencia del poeta Roberto Juarroz: No se trata de hablar, /ni tampoco de callar: /se trata de abrir algo /entre la palabra y el silencio. Lo que sigue son veinticinco poemas, muchos de ellos develando las inconstancias y certezas del ser desde esa otra puerta mínima llamada concisión. Pero el universo poético de Quenaya puede encontrar mayor respaldo en otra sentencia del mismo poeta argentino, que añado porque es aún más contundente: Afirmo que la poesía es realidad, y para mí es la mayor realidad posible porque es la que cobra conciencia real de la infinitud.

De esta manera, la propia existencia, el lenguaje, el abismo y la Poesía cohesionan sus timbres máximos para darle precisión a Elogio… Por ello, fue uno de los libros que recibió una mención importante ese año. Sol negro Editores se encargaría en aquel entonces de publicar desde su visitada tribuna lo mejor del 2008, citando a: Ocho cuartetas en contra del caballo de paso peruano (Album del Universo Bacterial) de Mario Montalbetti, Labranda (Hipocampo / Asalto al cielo) de Roger Santibáñez, Los desmoronamientos sinfónicos (Hipocampo) de Miguel Ildefonso, Amórfor (Sol negro) de Salomón Valderrama, Postales (Cascahuesos) de José Gabriel Valdivia, Parabellum (Santo oficio) de Víctor Coral, Elogio de otra vana invención (Lustra) de Carlos Eduardo Quenaya, Airado verbo (Sol negro) de Juan José Soto, entre otros.

El encargado de cerrar el libro es el poeta Pedro Granados, quien en la contracarátula manifiesta que Quenaya no escribe de antemano como peruano y ese es su primer y gran acierto, un peruano de utilería -progresista o reaccionaria- nos referimos; y más bien lo hace como un ser de otro planeta que, sólo por principio de analogía, está próximo a nosotros. Continúa diciendo: Hace tiempo que no percibo entre los jóvenes poetas tal independencia de carácter y, por lo tanto, tal promesa de estilo. Y tan hondo e íntimo fervor por la poesía. Y tanto apetito por aprender.

Y no le falta razón, Quenaya es un poeta joven con un estilo renovado, cuyas raíces las ha establecido aquí en plena Generación Cero, una generación efervescente con voces de gran altura, con poéticas que ya instauraron su reino en esta década que culmina con vida y dignidad literarias. Es un poeta que, como muchos de mi generación, escucha la Poesía más allá de la voz como ese sonido mágico que nombra todo aliento y jamás calla lo desconocido.


Poemas del libro en mención:

El abismo
Esto que rueda sobre el papel
es el burdo testimonio de mí mismo
……………el artificio herido
de la imagen que nace de la lluvia.
La escritura es un río
…………….. de humo que asciende
un instante atrapado por la voz,
…………… ese abismo
donde sólo es posible extinguirse.

Llamada profunda
Alguien llama a la insegura piel del poema
toca la lisa supuración de estas alas
cabalga hacia mí
………………… ¿Quién es él?
¿Quién es aquél que avanza
impávido en la bruma
ese otro que cabalga y no soy yo
sobre un río que instaura la noche?
Desconozco al que viene y dice esto
Falaz centinela del espejo
Caviloso pasajero que viaja
a la insegura piel
al temeroso poema que calla y crece en la sombra.

El conjuro
Lo que digo no está en los labios
………………no en el papel
Lo que digo no es lo que callo
………………o lo que creen que callo
Lo que digo no es necesario
Lo que digo,
eso que digo
………………qué?

Pero este poema
Pero este poema sólo ha nacido
para la fugacidad del tiempo
para la siniestra curva
de algún cigarrillo,
para la voraz locura del aire.

Cómo detener
el curso irreversible,
cómo suspender
este poema
en el filo
de mi aliento?

La puerta
¿Y si la entrada fuera esta puerta
si una palabra fuese el umbral
y no la metáfora de la puerta?
……………………….no ser
una sucesión de vocablos
un alegato contra lo fútil
no la página
en que se reconstruye esta imagen
…………………………. transformar
un trasegado vuelo
en una limpia corona de agua
un enjambre de espejos
en la arena clarísima de los ojos
transformar lentamente esta escritura
en una puerta más ancha
en una puerta más larga
como una vereda hacia el mar.

Ars poética
Todo lo que escribo es mentira
esta mano,
su impostergable designio
me acecha.

La soledad yace aquí bajo mi mano
vuelve ajena la vacilación del espejo.

Todo lo que escribo es mentira,
cada paso
cada pensamiento borroneado por el lenguaje
alimenta este oscuro deseo.
Y esta hostil paradoja es la que explica mi ser.

Todo lo que escribo es mentira
Todo lo que quiero para mí
es una página donde descansar mi cabeza.
Todo lo que escribo es mentira que me inventa.

lunes, 21 de junio de 2010

Festival Cultural En los Extramuros del Mundo 2010 Cañete – Perú. Homenaje al Movimiento Hora Zero

Por segundo año consecutivo la Provincia de Cañete acogerá a diversos escritores, pintores, representantes de centros culturales y casas editoriales en el FESTIVAL CULTURAL EN LOS EXTRAMUROS DEL MUNDO 2010 que se llevará a cabo los días: 25, 26 y 27 de Junio en la Plaza de Armas de San Vicente de Cañete con el auspicio de la Municipalidad Provincial; quienes apuestan por la descentralización de los espacios poéticos y culturales del Perú; capaces de crear Políticas Culturales para el desarrollo de las necesidades culturales de la población. Brindándole este año un homenaje al MOVIMIENTO HORA ZERO por su destacada trascendencia en el ámbito cultural nacional e internacional; demostrando su vigencia con la aparición de la antología “Hora Zero: Los broches mayores del sonido (Tulio Mora).

Como se ha hecho de costumbre el promotor cultural Erick Sarmiento nos trae una nueva edición de uno de los festivales culturales más importantes de la Región Lima, EN LOS EXTRAMUROS DEL MUNDO, festival cultural que abarcará la presencia de los fundadores del movimiento HORA ZERO: Enrique Verástegui, Jorge Pimentel y Ángel Garrido. Y a lado de ellos un puñado de destacados poetas y artistas de amplia trayectoria que han sabido convivir con la población y la descentralización cultural del Perú.

Contando con la presencia de la destacada poeta y Jefa de Imagen Institucional y RRPP de la Casa de la Literatura Peruana, Alessandra Tenorio; uno de los estudioso de la poesía de Enrique Verástegui y el Movimiento Hora Zero, Paúl Guillén; el poeta y promotor cultural de la Asociación Educativa Saco Oliveros, Diego Lazarte; el escritor, periodista y gerente de la editorial CASATOMADA, Gabriel Rimachi; el presidente del Gremio de Escritores del Perú, Jorge Luis Roncal; el representante del ''Movimiento egoísta” y dirige la pagina literaria OTRAS VOCES, Armando Alzamora; además de la presencia de los destacados poetas jóvenes de nuestro país: John López, Luis Boceli, Florentino Díaz y el artista plástico, Walter toscano y representando a Cañete tendremos a los pintores: Aldo Ramírez, Cesar Chambergo, Luis Ormeño; a los escritores Esteban Loo Lynch, José Dulanto, José Ruiz e Iván Ferrini; y al músico KL; quedan todos invitados a esta fiesta del Arte y la Cultura en Cañete.

Grupo Literario Signos. DEMOLICIÓN DE LOS REINOS (Sol Negro Editores, 2010). Por Paul Guillén

Desde la Región Lambayeque este grupo literario se mantiene muy activo a través de su blog: http://grupoliterariosignos.blogspot.com. El libro contiene cuatro poemarios titulados “Los últimos días de Caín” de José Abad Ascurra; “¿Dónde acaso es camino?” de Cromwell Castillo Cabrejos; “Abandono del hastío” de Ronald Calle Córdova y “Persistencia del alarido” de César Boyd Brenis. Imágenes apocalípticas, metafísicas, gnosticismo, presencia de la naturaleza unida a referencias de poesía maldita y trascendentalista: Baudelaire, Bukowski, Panero, Pessoa, Colinas, Gamoneda.

Esta es la segunda compilación de Signos. Valdría la pena reflexionar sobre la continuidad o las variaciones entre las dos muestras poéticas. En la primera muestra Signos 2006-2007 (Tiro de gracia editores, 2007) se recogieron los trabajos “Absolución de la noche” de José Abad Ascurra; “Agua / transfiguración o el sonido” de Cromwell Castillo Cabrejos; “Agonía compartida” de Ronald Calle Córdova y “Heterónimos frente al espejo” de César Boyd Brenis, todos los poemarios iban por una onda metafísica, existencial, apocalíptica y ajena a una poética coloquial, es decir, había un discurso más o menos homogéneo y parejo entre todos los poemarios. En esta primera muestra la sección que más destacaba era la de Castillo Cabrejos. En la segunda muestra (Sol negro, 2010) el discurso se mantiene y se reelabora con diferentes lecturas. Hay un cambio sustancial: el poemario que entrega Castillo Cabrejos “¿Dónde acaso es camino?” se instala dentro de lo coloquial e incluso varios poemas tienen carácter sentencioso. Los demás poemarios se mantienen acorde con la primera muestra poética y la sección que más destaca es “Los últimos días de Caín” de Abad Ascurra, el poeta ha extremado su repertorio y su angustia construye imágenes desbordantes y lacerantes.

Tal vez habría que analizar sección por sección: Abad como decíamos es el poeta que más ha extremado los logros de Signos en su segunda muestra poética. Su discurso dialoga con imágenes proféticas y bíblicas e incluso con la poesía de corte maldito desde una experiencia existencial. Aquí es decisiva, por ejemplo, la presencia de Leopoldo María Panero. Abad se inscribiría dentro de una tradición poética peruana esgrimida por Juan Ojeda y que abarca hasta Ernesto Zumarán y Chrystian Zegarra, por mencionar algunos nombres.

Como habíamos adelantado el libro de Castillo Cabrejos es el más diferente de la poética del grupo Signos, aunque el grupo ha tenido una reciente incorporación de nuevas voces con Ericka Madrid (Argentina), Hazzel Yen (México), Zoila Aguinaga (Perú) y Anita Ramos (Perú). ¿Dónde acaso es camino? se abre con una cita de Bukowski: “No era mi día. Ni mi semana, ni mes, ni mi año. / Ni mi vida. ¡Maldita sea!”. Se tratan de poemas irónicos sobre el amor, son zahirientes, ácidos, pero no resignados. Este coloquialismo es más sentencioso que cotidiano. Nos hace recordar algunos epigramas latinos e incluso poemas españoles en tono de adivinanza, acertijo o paradoja.

El tercer poemario “Abandono del hastío” de Calle Córdova es un solo poema en 23 estancias. Hay un cierto nietzscheanismo en sus versos: la condición igualitaria del creador y la criatura, y en otros pasajes la idea del hombre como creador de Dios. Se juega con las ideas de la cotidianidad, la locura y el silencio como salidas posibles. Es quizás el poeta más vallejiano de los cuatro, en realidad, los otros tres poetas tienen referentes distintos.

El último libro es “Persistencia del alarido” de Boyd Brenis, claramente es el más metapoético de los cuatro poemarios. Los primeros poemas se preguntan por las (im) posibilidades de transmisión del poema en tanto comunicación y en tanto percepción. Más adelante uno puede encontrar imágenes de naturaleza: bosques, aves que son metáforas de la escritura. También un poema sobre el ajedrez que continúa el juego cíclico de Omar Khayyam o Borges, reelaboración de mitos (Narciso) o un poema sobre la relación entre los sueños y el inconsciente.

Demolición de los reinos, es un libro que propone una estética grupal y eso es un gran mérito. Se trata de pensar en cierta dirección con los aportes individuales de cada integrante. Demolición de los reinos se constituye sin duda en uno de los mejores aportes de la poesía norteña y peruana, y continúa el legado de César Vallejo, Alcides Spelucín, Luis Valle Goicochea, Mario Florián, Marco Antonio Corcuera, Juan Ojeda, Juan Ramírez Ruiz, Róger Santiváñez o Javier Gálvez.

A propósito de AGUA y TRANSFIGURACIÓN O EL SONIDO de Cromwell Castillo Cabrejos. Por Roy Dávatoc

Roy Dávatoc en la Universidad La Cantuta.
Recital de su grupo poético Letra en Llamas.
.
En la vida y el amor soy un tipo que va por locaciones, que no precisa de sucursales para establecer una línea que puedo seguir sin romper el patrón por el cual suelo regirme al momento de tomar decisiones y/o dar mi opinión con respecto a lo que hago y leo, como es en este caso.

Cito la vida y el amor para hablar de la poética de Cromwell Castillo Cabrejos, porque en ambos casos me permito ver desde cualquier ángulo, analizar y tentar a dar mi breve opinión respecto a su obra.

La poesía de Castillo se deja observar de afuera hacia adentro: Análisis del hombre y todo el caos que lo habita.

Cromwell no se aparta del escrutinio como ser humano y se puede reflejar en un extracto de su poema 4:

“Más allá, en mí,
correspondo al impulso súbito
de parecer Agua:
Ella tiende a sublimarse;
yo asisto a esa evasión.”

Y en efecto; el poeta ve cómo algunas posibilidades se desvanecen; empero, parece que le gusta ir en contra de todas las opiniones con tal de alcanzar lo que anhela; no se rinde, no acepta el rechazo, porque hay en él una luz que lo incita a la lucha como bien lo describe en una parte de su poema 5:

“Sentado a su orilla,
he fijado en mí la fascinación de un pozo.
Es breve y minúsculo
en comparación con mis sueños,
excepto
cuando lanza variaciones semejantes
desde lo inalcanzable.
Tocar
por un instante sus designios
es desfigurar con certeza
lo que aún no sé…”

Así pues, me responsabilizo de estas palabras al afirmar que, Cromwell trata de comprender los demonios que lo habitan y lo despojan de las cosas comunes.
Para ello cito un extracto de su poema Sucesión:

“En mí
hay otros que caminan hasta el final del día,
y toda escena diferente que originan
se parece a mí en lo insondable.”

Pero al poeta esto no le basta y reconoce ser parte y todo de algún cambio que espera y reclama. En su poema Transfiguración deja clara su palabra y lo que ella encierra:

“Para ser otro
me fijo la máscara de un hombre.
¿Qué podría decir ahora con esta máscara?
La distancia de mí hacia mí me hace ciego,
y en ti
nuestros ojos son distintos y multiplicados.”

Para finalizar cabe agregar que, aquel que se atreva a leer esta obra de Cromwell Castillo, tendrá el grato reencuentro consigo mismo, la luz, el caos y la propagación de su propio mal en todos los sentidos para vivir y convivir con ellos contenidos día a día.

Lima, 27 de Marzo de 2010.

Poemas de PARA OÍR EL SOLFEO EXIGUO DE MI CUERPO de Matilde Granados. Palabras liminares de Roxana Crisólogo

PALABRAS LIMINARES
Uno de los aportes más importantes de la poesía escrita por mujeres en el Perú es la desacralización del imaginario poético. La idea de que existen temas que no pueden ser abordados desde la poesía tiene sus raíces más profundas en la aceptación de una estructura patriarcal de la sociedad que relega, a la esfera de lo privado y al silencio de las cuatro paredes, aquellos temas que suponen no se puede ni debe ventilar en un espacio público. La tendencia a trivializar o considerar de arte menor la poesía que no habla de los grandes temas de la literatura o la que desde perspectivas tan disímiles como el de las mujeres cuando poetizan aspectos inherentes de la vida cotidiana tan comunes y corrientes como el amor, también obedece a la idea de que existe un ámbito público, el de las ideas, donde se construye el discurso oficial poético.

Así, la sexualidad, el amor, el cuerpo, sus cambios y miserias se reservan para el terreno de lo privado. Poetizar sobre ellos, para algunos sectores de la crítica literaria, constituye un atentado al pudor. La irrupción de una promoción notable de poetas como Carmen Ollé, Mariela Dreyfus, Rocío Silva Santistevan, entre otras, significó en la década de los ochenta, a la vez que una ruptura de lo hasta entonces establecido en términos de tradición poética, la visibilización de temas históricamente ausentes en la poesía peruana. Una tradición orgullosa de un mal consabido recato y seriedad como si se tratase de ingredientes indispensables para hacer buena poesía.

Dentro de esta rica tradición, la cual indudablemente no puede verse fuera del contexto de toda la producción poética peruana, se ubica el conjunto Para oír el solfeo exiguo de mi cuerpo de la joven poeta chiclayana Matilde Granados Con versos de corto aliento pero contundentes, sin apelar a artificios lingüísticos ni velados por un preciosismo retórico, Matilde construye la geografía de un cuerpo castigado y asfixiado por la convenciones sociales, la familia, la prisión del amor, la sociedad, el mundo que se presenta como una región prohibida, como si no se fuese parte de él. Contradictoriamente, el solfeo al que hace alusión el título del libro no aparece como un apagado rumor, es sincopado, como una cascada de sugerencias o gritos de denuncia aunque luego ríe. Humor negro para dar cuenta del desencanto generacional en un iniciático siglo XXI que poco o nada ofrece a una joven mujer. Poesía rebelde y joven, juventud que no tiene que ver con la edad cronológica de la autora sino con el espíritu del libro. Juego de astucias y formas irreverentes. Para oír lo que ésta poeta quiere decir hay que despojarse de ideas preconcebidas acerca de la poesía tradicional. Bienvenida sea esta ruptura. La poesía se merece todos los riesgos posibles.

Roxana Crisólogo
Miraflores, enero de 2007.

Poemas de PARA OÍR EL SOLFEO EXIGUO DE MI CUERPO

1
Deseo caminar por la ciudad
con los pies descalzos
escribiendo poemas
y en cada paso mío
ir desprendiéndome una a una
de todas mis prendas.
Que solo sea
la propia naturaleza
de mi piel la que me cubra.
Caminar riendo, despreocupada
del tiempo y de toda mi vida,
hasta llegar a un jardín cualquiera
donde pueda estirarme cómodamente
y contemplar el quieto cuerpo de una flor.

2
Aquí no hay espacio
para nada.

Sólo para este constante silencio.

3
Letras blancas se han escrito
sobre hojas también blancas.

Vano intento sin duda el del poeta.

12
A mis padres
De una melancólica canción
que nadie quería escuchar
dos palabras se unieron
y me procrearon.

14
Un beso
tiene la fuerza
de una tierna
y profunda
canción del mar.

15
No poder empezar
ni terminar de escribir
una triste historia
de amor.

Pero si poder vivirla.

16
Te alejaste como una hoja
se pierde a través del viento.
Desapareciste en el tiempo
como un poema mal escrito.
Caminaste rápidamente
por ese callejón oscuro,
lleno de gentes extrañas,
que no te pude alcanzar.

19
Grito tan fuerte como puedo.
Más allá de lo necesario y permitido
no importando si luego llego a herirme.
Sólo quiero gritar.
Gritar muy cerca, en el oído de mamá y papá.
Gritarle al mar porque nunca llegué a nadar.
Gritarle al cielo porque hasta ahora
no nos revela su verdad
y siempre está envuelto en aquella espuma celeste,
entre telas blancas y azules.
Gritarle al tiempo por haberme
acercado a la edad de los dieciocho años.
Gritarle a mis dos únicas muñecas
pues ahora no significan nada.
Gritar, gritar y gritar
para no saber de la muerte,
para no contarle los años a la vida
para estar siempre cerca de la soledad.

Porque no todos gritan,
porque no todos quieren gritar
tan fuerte como yo deseo hacerlo en este instante.

MATILDE GRANADOS REQUEJO. Trujillo, 1986. Radica en Chiclayo casi toda su vida. Su primer encuentro con la literatura fue cuando tenía 14 años, edad en la que se hizo acreedora de un puesto en el Concurso Lundero. El año 2007 publica su primer poemario “Para oír el solfeo exiguo de mi cuerpo”. Ha participado en diversos eventos literarios entre ellos la 28ª Feria del Libro Ricardo Palma en Lima, Feria del Libro de Tarapoto (2009). I Encuentro de Poesía Feminópolis, Trujillo (2010), I Encuentro Nacional de Grupos Literarios en la PUCP (2010) entre otros eventos. Sus poemas han sido publicados en diversos medios de difusión literaria como la revista Cinosargo.
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