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miércoles, 20 de julio de 2011

Presentación de RESTOS (Ediciones Letra en Llamas, 2011), reciente libro del poeta Raúl Heraud

RESTOS se titula el reciente libro del poeta Raúl Heraud, que será presentado en la Casa de la Literatura este 19 de agosto a las 7:00 p.m. La edición estuvo bajo el cuidado del sello Letra en Llamas, quienes con la sobriedad que los caracteriza nos presentan a un Heraud como siempre honesto y extremadamente abierto a los ruidos humanos.

A continuación, 5 poemas de RESTOS.


Tercer mundo
Comemos lavamos los platos y nos drogamos/ salimos a la sangrienta avenida desnudos /derrotados eructamos flores/ esquivamos cadáveres que se nos cruzan por delante/ saludamos viejos desconocidos/ leemos los titulares chicha que solo hablan de muerte/ citamos a Freud/ un hombre toma a otro hombre por el corazón pero sigue muriendo/ subimos al bus que nos arroja al tercer mundo/ compramos esperanza a niños y a indigentes /cruzamos Wilson/ humo edificios comercio gente explotación /niños grises bajo un semáforo que llora en ámbar/ puteamos combis/ escapamos del ruido/ de las estatuas de la ciudad que son usadas como letrinas/ nos perdemos en el culo de la noche/ debajo del cemento existen vidas que se malogran inútilmente/ un hombre le dice a otro hombre no mueras te amo tanto/ una mujer se arroja desde un edificio con un niño en brazos/ un desempleado silba un tango/ una puta come carne humana/ rezamos en vano a dios/ el mismo hombre le dice: no nos dejes/ vuelve a la vida/ recogemos nuestros cadáveres del pavimento/ un loco recita a García Lorca/ otro loco huye de su cordura/ nadie se echa a andar/ todos se matan/ los cerros lloran/ el semáforo la basura las huelgas y los niños son viejas cicatrices/ camino a casa cargamos diferentes cruces/ alimentamos los mismos fantasmas/ nos compadecemos mutuamente/ apagamos la luz/ nos damos el saludable beso fingido/ decimos lo primero que se nos viene a la mente/ sin mirarnos abrazamos sombras y nuestros cuerpos desnudos los estrellamos uno contra el otro hasta el hartazgo/ eyaculamos ratas/ afuera la ciudad sigue muriendo


Suicide Street
Todos saben que vivo en suicide street
Que por las tardes abandono mi alma
En esta calle donde el amor es una señal
Que me conduce al abismo

Un hombre arroja sus alas
Dentro de una gran hoguera
Donde al final de la calle
Como una tea humana
Arde dios

Otro hombre canta su última balada
En una vieja cantina
La muerte le susurra al oído
Cosas que causan pavor al ser humano

En esta calle gris como el lomo de una rata
Como el nefasto cielo de Lima
Satán hace la señal de la cruz
Cada vez que alguien tira de la horca

En suicide street nadie cree en milagros
Solo en un ave negra que vuela melancólica
Sobre estas estatuas de sal


Poeta maldito
Qué es lo que me ha sucedido
Me he convertido en un lobo de corazón negro
Un feroz animal bebiendo en copa de oro su soberbia
Fingiendo su importancia en brazos de la muerte
Con las pupilas adictas
Al etéreo contrabajo de sus conocidos finales
Escupiendo besos en sucios bares cómplices
Contemplando cómo se llena el patíbulo de cervezas y aplausos
Vanguardista recurrente de las interminables noches limeñas
Arthur Rimbaud sin Verlaine
Borracho en la plaza San Martín
Poeta ochentero
Que cada viernes vomita para la concurrencia
sus malditos versos
Entre huelgas y coches bomba
Como si fuera lo único que le importara en la vida


Blues
de qué está hecho el rayo que incendia los cuerpos
que los hace arder tras moribundas ropas

de qué los amantes suicidas que se
desbarrancan desde acantilados
con flores desoladas
y el consuelo
de haber escrito poemas
que hablan de amor y desesperanza

¿es necesario apagar el corazón
y ofrendar la noche
a soledades más consagradas?

esta soga que cuelga sobre las sombras se mece
para recordarnos el desamparo de los cuerpos
la suciedad de las almas
la vida tocando fondo

de qué están hechos estos cuervos que esconden tras las palabras
toda su maldad de los ojos de dios


Poema onírico
Tú agredes la letra
Violas el sonido con tu silencio
Vuelves la sangre en sal
Asfixias el amor
Tú restituyes el caos
Anidas en la muerte
Condenas la palabra a desangrarse
En el asfalto
Al verso a huir en dirección contraria al sol
Calíope
Aléjate de mi áptero corazón
Líbrame de la desgracia
De despertar
Otra vez
En la pesadilla
Del poema

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Poemas de HABITADO, libro de David Orlando del Águila. Toro de Trapo Editores & Ediciones Letra en Llamas, 2010

Con entusiasmo, desde Gambito de Rey, se celebra la aparición de HABITADO, libro de David Orlando del Águila (Tarapoto – Perú. 1988), quien con tono templado y lúcido (cínico hasta el punto del encanto) conmueve lo cerebral con sus desencuentros y desgarros. Es pues, HABITADO, ese canto que rige la locura transparente, un continuo desembarco a los giros de la existencia: Es la vida de un poeta que transporta sus encendidas contrariedades a pie.

Se saluda su labor y su temple.


De HABITADO (2010)

No duermo
Si dejas que duerma esta noche

no soñaré contigo.
Grita, muerde,
haz bulla de batalla, golpea mi cuerpo
como si estuviese lleno de alimañas. No dejes que duerma,
que no despertaré aquí,
abriré los ojos en un país lejano en donde tú y yo seremos enemigos,
y no habrá beso al salir de la escuela ni heladitos en el parque.

Camino
Te encontré a mitad del camino
y nos quedamos a morir juntos,
fuimos muñecos de arena
al borde del mar.
Hasta que sólo fui yo, nada más,
en medio de todo lo que habíamos amado hasta matar:
libros, juguetes, amigos, escuelas, padres, hijos, colores.
Y me quedé
a convertirme en fantasma
más cerca de la muerte que de tu recuerdo.
Entonces, ya ni siquiera fui yo
y el camino desapareció también con la marea alta.
Nubes, tal vez ahora seamos nubes.

Habitantes
Mansos los franceses que habitan en mi cuerpo,

se besan dentro de mis órganos y hacen el amor hasta cuando camino.
Tengo a veces la bragueta abierta y no he sido yo,
veo manitas salir de mi boca y orino escuchando gritar a hombrecillos Je t'aime Je t'aime.

Universo
Dios no existe en mi universo,

mi habitación. Todo es caos
desde el colgador hasta mis zapatos
viejos debajo de la cama, todo es caos.

Un pájaro muerto encontré en mi ventana,
no quiero saber lo que significa.
Y aunque la misma Muerte
se aparezca y duerma conmigo, tampoco
quisiera saber lo que significa.
Nada de augurios en mi habitación,
aquí no hay destino,
mi ventana es mi ventana, yo la rijo;
el pájaro es de otra estación,
de otro universo.

Estatua
Una estatua que me mira

como si fuera yo la piedra;
y en algo hay razón,
tengo pesados los zapatos
y arena en los bolsillos,
como si no fuera a moverme
y mi nombre fuera Marfil.
La estatua se echa a andar
perdiéndose en la calle
mientras un pájaro se posa sobre mí.

Parque
Dos ancianas que giran
como hojas secas alrededor de una Virgen,
le plantan flores; yo observo,
y no viene a mí ningún recuerdo.
El viento arrecia,
voraz como una ola del pasado
arrasa las hojas secas, las flores
y el azul vestido de la virgen.
Viéndola desnuda y sola, recordé
que la conocí demasiado tarde.

Floro 2

No creo en el único dios,
encontré muchos más en tu lengua,
tus palabras paren musas
y de ellas nazco yo de rodillas.
Dicen tengo alas
pero reboto en el ozono del planeta,
mientras del otro lado
una estrella se apaga,
otra se prende,
y sé que eres tú parpadeando.
Tu vientre se enrojece y con ello la galaxia.
Alrededor de este mundo,
que una vez en oraciones
dije te quedaba pequeño,
explota el universo,
salta un arcoíris de Júpiter a Neptuno,
un árbol crece en Marte,
dos pájaros se besan
sobre un meteorito incandescente,
estalla el átomo en tu cabello oscuro
creando una nueva noche.
Y yo alado,
golpeando el vidrio de mi cuarto,
un lapicero, un papel,
y un ruego celeste.

Sueña
Soñó con el mar, varias veces sin conocerlo,
lo soñó amarillo como un sol líquido,
y así continuó,
entre delfines y ballenas rosas,
derramando su dulce ignorancia en mi cabeza.

Z en el patíbulo
A buena hora

porque tenía sueño
nos piden cerrar los ojos,
y recibo con alegría
el agachar la cabeza
porque necesitaba ya el descanso,
y esto de ponernos de rodillas
se agradece.
Mis últimas palabras, señor,
sí,
cuando nos dé el beso
de la buena noche
deja que duerma
yo y mis amigos,
en la misma cama.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Presentación de HABITADO, libro de David Orlando del Águila. Ediciones Letra en Llamas y Toro de Trapo Editores

EDICIONES LETRA EN LLAMAS Y TORO DE TRAPO EDITORES
Invitan a la presentación del libro:

HABITADO
Del poeta David Orlando del Águila

Presentan:
Paolo Astorga
César Pineda
Roy Dávatoc

Modera:
Eduardo Borjas
.
Día: Jueves 16 de septiembre
Hora: 7:00 p.m.
Lugar: Auditorio de audiovisuales de la Facultad de Educación
de la Universidad Federico Villareal
(Av. Nicolás de Piérola 351, ex Colmena. Lima)

Ingreso Libre

Auspician:
Toro de Trapo Editores
Ediciones Letra en Llamas
Pohemia Lux
Nido de Palabras
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