Berlín. DPA
“No quiero tener una imagen ni ser una. Alemania no necesita preceptores... necesita ciudadanos críticos y atentos, que no necesariamente tienen que ser autores. Los autores también son ciudadanos que posiblemente se pueden expresar, nada más”. Así se expresaba Heinrich Böll, el principal escritor de la Alemania de la posguerra y Premio Nobel de Literatura.
“No quiero tener una imagen ni ser una. Alemania no necesita preceptores... necesita ciudadanos críticos y atentos, que no necesariamente tienen que ser autores. Los autores también son ciudadanos que posiblemente se pueden expresar, nada más”. Así se expresaba Heinrich Böll, el principal escritor de la Alemania de la posguerra y Premio Nobel de Literatura.
Böll murió hace 25 años, el 16 de julio de 1985. Con sus expresiones intentaba desprenderse de la imagen de “conciencia de la Nación” en que lo erigió un país que se recuperaba de la guerra.
Con una prosa clara, el escritor leído por generaciones de estudiantes alemanes y muchísimos extranjeros describió como pocos el regreso de los alemanes del frente de batalla y los daños morales que causó a la sociedad el ‘Reino de los Mil Años’ proclamado por el dictador Adolf Hitler.
Escribió unos 60 cuentos y seis novelas únicamente en los primeros tres años de la posguerra. Supo desnudar la moralina pequeño burguesa y el materialismo al que se volcó la Alemania del “milagro económico” que sucedió a la derrota del nacionalsocialismo. De profunda fe católica, tampoco escatimó críticas para con la Iglesia como institución, representada en muchos personajes de sus novelas.
Fuente: El Comercio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario