lunes, 26 de julio de 2010

Discurso sin nombre y escrito a partir de una pregunta que más que respuestas abstractas requiere acciones. Por Karina Bocanegra. Perú: mi país

¿Qué significado tiene ser peruano(a)?
Testimonio

YO NUNCA ESTUVE INTERESADA EN CONOCER ESTE PAÍS AL QUE TODOS LLAMAN PERÚ, nací y crecí aquí pero jamás me sentí peruana, mucho menos trujillana. En realidad no me he sentido parte de alguna congregación, sociedad, asociación, grupo o barrio; más bien me figuré que había nacido en este continente por error, y por qué no decirlo, de este planeta Tierra. Siento que mi espíritu descansa sobre un envase humano totalmente ajeno y extraño -y por demás un estorbo. He viajado por algunas regiones peruanas por motivos diversos -y esto si debo admitir-, me he quedado fascinada con el color del cielo de Cajamarca, por ejemplo; o con la imponencia de los restos que quedaron de Machupicchu, esa pequeña ciudad de piedra con relojes solares y casitas pintorescas. Tuve la suerte de visitar Cusco a los 15 años, me quedé un mes en Aguascalientes, en casa de mi tía Manuela, una mujer hiperactiva y con una sazón exquisita para preparar trucha frita (que ha sido uno de mis platillos favoritos en estos años de estancia en la Tierra).

Después visité Tingo María, Piura, Chiclayo y Lima. No he viajado mucho, a pesar que ése ha sido uno de mis anhelos más fervientes: conocer ciudades situadas en contextos culturales tan diferentes entre sí como si de otra galaxia se tratara.

Si bien es cierto –y no pretenderé negarlo–, he maldecido el hecho de haber nacido al que llamo de manera muy particular “pedazo de tierra tercermundista”, y teniendo en cuenta que me he dedicado a leer, en su mayoría, autores/as extranjeros; debo decir que después de reflexionar largo y tendido, he llegado a la conclusión que el Perú está en auge, en todo el sentido de la palabra. Por ello quiero quedarme más tiempo del que he planeado, aunque a decir verdad, no será mucho.

Por otro lado, haber crecido en un país como éste me ha dado la satisfacción de renegar con sustento sobre cuestiones esenciales, y eso no se da en cualquier país, hace falta guarecer individuos de tanto cinismo como chapucería; producir diarios con faltas ortográficas, votar presidentes ex presidiarios; animar la prostitución; violar tanto leyes como personas y favorecer a los aristócratas arruinados que buscan sostener su apellido promocionando escritores burgueses. Nunca el arte de criticar fue más practicado en algún espacio del orbe que aquí, hasta los taxistas desarrollan discursos políticos contra el cuerpo policial al que tachan de corrupto y otros adjetivos menos sutiles. Si se quiere organizar un conversatorio sobre Literatura, hay que buscar auspicios, pero resulta que los auditorios no están auspiciando por el momento, ya que tienen actividades programadas para lo que resta del año. Si se pone costo a la entrada de un recital, a éste no asistirán más que familiares, y si tienen suerte, cerrarán la velada con un brindis por el reencuentro familiar.

No existe en los anuncios clasificados alguna empresa que requiera escritor(a), pues a decir verdad, los escritores no existimos sino como amantes del arte a quienes no les queda más remedio que prostituir sus convicciones para comer.

En Perú, mi país, está prohibido ser inteligente bajo pena de ostracismo, más aún si se pretende desmaquillar a maestros sabios omnipotentes, bajo pena de rencor irracional recalcitrante. No se metan con las vacas sagradas del rico Perú, terminarán queriendo ser como ellas, o mejor aún, puliendo autos de madera para venderlos al mejor postor.

Si hay que sobrevivir en mi Perú, es necesario haberle chupado las medias al decano de la Facultad, fingido una sobredosis de deseo por aprender estupideces, y usar tacones altos para que los misóginos androcentristas no fastidien. Aunque es mejor, y esto lo confieso con tremenda fiebre filósofica, ir contra todos y contra todo; de ese modo sólo se corre el riesgo de transformar el mundo.

Finalmente, los que aún seguimos buscando nuestra verdadera tierra de origen, no nos queda más que dar discursos sobre el lugar donde cayó nuestra nave espacial. Imagínense si tuviéramos que decirlo en inglés, o en islandés; ya todos estuvieran durmiendo o tejiendo paradojas en torres de tildes olvidadas.


*Leído la noche del 21 de julio a propósito del aniversario de Poesía de Miércoles, organizado por los quijotes Tume y Olivares.

Gran Feria!, pronto una crónica sobre la I FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO DE PIURA (también organizada por estos bardos incansables)

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