Paseando por tu blog me doy de narices con una referencia a un doctor filólogo de nombre Iván Ruiz Ayala que me parece que datea algo tuyo. Su nota sobre tu poesía está llena de lugares comunes como no podía ser de otra manera. Alguna vez te comenté que desconfío como cholo de todo lo que venga de la Católica. Así ha sido. Pero lo que me anima a escribirte sobre el supuesto gacetillero y doctor se refiere a una historia pequeña que espero se conozca:
Soy amigo de André Coyné desde el año 1975, cuando lo frecuentaba en Lisboa y me comentaba acerca de la vida y milagros de la Lima de Cesar Moro y de E.A.W. Una Lima arrechante la de los años treinta que, como me decía Coyné, ha ido empalideciendo hasta nomás.
En 1988, en diciembre, fechó Coyné un prologo para la edición Auqui de los poemas de E.A.W. perdidos hacía muchos años y que él acababa de encontrar entre sus papeles de Montpellier. En ese prólogo está todo explicado. El libro se terminó de imprimir en mis talleres de la calle Madrazo de Barcelona en marzo del 89. A falta de un título le puse el primer verso del primer poema: Cuál es la risa. Fue mi madre quien viniendo de España le entregó los ejemplares al mismo poeta en su casa. Al cabo de dos meses recibí una postal atenta y agradecida de Emilio. Y todos tuvimos algo nuevo y hermoso entre las manos.
Tiempo después, en julio del 91, en un congreso en Salamanca, en una mesa de medio día en la que estaban Westphalen, Gonzalo Rojas, y Silvia, la hija de E.A.W., tuve acceso a Falsos Rituales y otras patrañas. Eran los poquísimos poemas manuscritos y en fotocopia que edité en Barcelona el año 94 de manera limitadísima en papel Archès con encuadernación de abanico a la japonesa de seis ejemplares, tres enviados a José Ángel Valente, Blanca Varela, y al mismo E.A.W. Los demás ejemplares tres los tengo yo a buen recaudo.
Debo recordarte que la edición de Cuál es la risa de Auqui data de marzo del 89, casi un año antes de la edición de las obras completas en Alianza cuidada por José Ángel Valente. Quien en su momento me escribió felicitándome por la edición mía. Esa ha sido mi aventura con Auqui y con E.A.W. en Europa y me alegro. Pero me indigna que, en un prólogo firmado por un tal Ruiz Ayala en una colección dirigida por Ricardo Silva-Santisteban con fotos de Herman Schwarz (la película se llama Dios los cría y ellos se juntan), se diga impunemente que mis ediciones de España no han sido autorizadas. Y lo peor de todo es que la Pontificia Universidad Católica del Perú patrocine tamaño despropósito cinco años después de mi edición prima.
Nuevamente la risita limeña que odiaba Vallejo muestra los dientes carcomidos para oscurecer el trabajo de un tipógrafo y además editor que para merecer su arte lo ha puesto al servicio de la gran poesía. Eso es todo.
Vladimir Herrera. En el centenario de E.A.W.
Fuente: La torre de las paradojas.
Soy amigo de André Coyné desde el año 1975, cuando lo frecuentaba en Lisboa y me comentaba acerca de la vida y milagros de la Lima de Cesar Moro y de E.A.W. Una Lima arrechante la de los años treinta que, como me decía Coyné, ha ido empalideciendo hasta nomás.
En 1988, en diciembre, fechó Coyné un prologo para la edición Auqui de los poemas de E.A.W. perdidos hacía muchos años y que él acababa de encontrar entre sus papeles de Montpellier. En ese prólogo está todo explicado. El libro se terminó de imprimir en mis talleres de la calle Madrazo de Barcelona en marzo del 89. A falta de un título le puse el primer verso del primer poema: Cuál es la risa. Fue mi madre quien viniendo de España le entregó los ejemplares al mismo poeta en su casa. Al cabo de dos meses recibí una postal atenta y agradecida de Emilio. Y todos tuvimos algo nuevo y hermoso entre las manos.
Tiempo después, en julio del 91, en un congreso en Salamanca, en una mesa de medio día en la que estaban Westphalen, Gonzalo Rojas, y Silvia, la hija de E.A.W., tuve acceso a Falsos Rituales y otras patrañas. Eran los poquísimos poemas manuscritos y en fotocopia que edité en Barcelona el año 94 de manera limitadísima en papel Archès con encuadernación de abanico a la japonesa de seis ejemplares, tres enviados a José Ángel Valente, Blanca Varela, y al mismo E.A.W. Los demás ejemplares tres los tengo yo a buen recaudo.
Debo recordarte que la edición de Cuál es la risa de Auqui data de marzo del 89, casi un año antes de la edición de las obras completas en Alianza cuidada por José Ángel Valente. Quien en su momento me escribió felicitándome por la edición mía. Esa ha sido mi aventura con Auqui y con E.A.W. en Europa y me alegro. Pero me indigna que, en un prólogo firmado por un tal Ruiz Ayala en una colección dirigida por Ricardo Silva-Santisteban con fotos de Herman Schwarz (la película se llama Dios los cría y ellos se juntan), se diga impunemente que mis ediciones de España no han sido autorizadas. Y lo peor de todo es que la Pontificia Universidad Católica del Perú patrocine tamaño despropósito cinco años después de mi edición prima.
Nuevamente la risita limeña que odiaba Vallejo muestra los dientes carcomidos para oscurecer el trabajo de un tipógrafo y además editor que para merecer su arte lo ha puesto al servicio de la gran poesía. Eso es todo.
Vladimir Herrera. En el centenario de E.A.W.
Fuente: La torre de las paradojas.
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