miércoles, 31 de agosto de 2011

Poemas de Rodrigo Verdugo Pizarro (Chile)

Asomo
Detrás de los vasos
recuerdo mi primer incesto con la luz
Todos los que tenían un nombre de pez se deshacían.
Nunca volvió a tener el día
la profundidad de un signo.


Secuencia de piel
Estirar la piel para las únicas travesías de la luz
Buscar un umbral de piel donde el mar
Sea anterior a los ángeles alterados
Dan ganas de que todo sea de piel a veces
Sin muertos que deban ser olvidados
No hablaré de la salvación ni de la llama
Que me acumula para otros ámbitos
Acostado con locas que se dedican piedras
Y rascacielos de la devoración a cada latido
Locas de alambre y yo el cuervo que se come el cenit espontáneo
No se intenta recuperar una doble vida
Cuando la luz desgarra mis fugas
Y el mar todavía retiene una voz intacta,
Un alba crucificada en los sonidos
Y está todo tan lujurioso en la raíz.

Mi sombra es más veloz bajo la tierra
Mi sombra que abarca toda hundida influencia
Por ello también el ojo gigante de la muerte
Donde se incuban astros de vapor
El caballo que se desdobla entre las olas
Y aun es mucho más veloz si se siembran agujas sobre el ángel.


Del libro Nudos Velados

Abertura
Un cuerpo en la arena
Significa que el cielo hablará por todas las llamas blancas
Yo me invoco a mi mísmo como un manantial o un rayo vendado
Esperando que introduzcas la piramide en el alma del cabello.

No somos libres de ser marcados, ni aún los meteoros que van hacia el matadero
Ni de ser arrastrados como las estrellas de aguarrás lo hacen
Con los cadáveres de los ciegos
Estoy mirando el cielo, la huraña acumulación
a la que llegamos aglutinados como montañas y obligados por un solo latido
Universos atornillados en intermedios de saliva
Donde los corderos sienten puntadas en los ojos
A gritos pido que apolillen la traslación bajo las arenas
Estoy casi radiante contra oficiantes atrapados en los peldaños del aire.
Han pasado muchas noches, muchos candados de sangre
Y ella no regresa
Donde le imaginé un cuerpo un torbellino aúreo resucito a las abejas
La radiante tras la aguja poseída que el mar refleja contra los padres
Ha pasado mucho tiempo y no regresa.

El gallo fosforecente tiembla de espanto en la colina encadenada.


Del libro inédito Anuncio

Primer anuncio
Nos descarna la noche y se nos pegan todos los vuelos
Las manos han quedado abiertas
Para demostrar que los vientos han errado
Oyes esa harapienta vibración, si es la nuestra y es mejor ignorarla
Somos borrosos para los dioses tanto como ellos lo son para nosotros
Vamos vestidos con agujas quemadas, agotamos el primer ojo
Para que guardar memoria,
Si solo hay viento y agua operando en el brote de los seres inviolables
Las memorias alzaron la luz como limite primitivo
Habrá veces en que nos echen fuego o niebla encima
Para distinguirnos
De eso que hubo entre el cielo y la copa del derrumbe.
Nadie ha descubierto nuestra cofradía,
Porque hablamos un idioma en clave
Entre la bruma accidentada y los lechos mancos
Llevamos atada a la espalda la quimera investida de cera.
Esta mañana se levanto el polvo,
Atisbo esa continuidad que se asoma al día
Un tiempo accesible del que se sale con pies de silbidos hacía las casas
Para entrar y salir de ellas, golpear las puertas mientras abren
Y no es nadie
Mientras vuelven a golpear y de nuevo abren y de nuevo no es nadie
Pero alguien hace cálculos, sumas y restas con esos golpes y comprueba
Que el mensajero fue cubierto
Por constelaciones marinas y anillos venenosos
Y llama a las líneas a advertir
Que las manos del cielo se basan en las retenciones.
Él con nosotros hace una sola cadena, esa sola cadena que hacemos
Con los ángeles que crecen hacia abajo en retribución a la madera
Con las animas genitales que marcan con oxido de zinc sus territorios
En los muros de las cavernas, ahora son distintos los umbrales,
Como el agua que se desengaña
Un renegado magnetismo nos enmascara,
Bañamos las armas en el leproso centelleo
El espacio que ocupamos dentro de la noche se vuelve niebla
Niebla que codicia la fragmentación del cuerpo.
Es mejor ignorar que nuestras raíces
Se abandonaron a cielos equivocados
Que al nacer interrumpimos a esas serpientes
Que son las herramientas de la tempestad
Es mejor no guardar memoria, todos vivieron bajo una lámpara culpable
Lo sumergible del mar primero fue hecho en el cielo
Miramos hacia atrás y vemos al fulgor derribar una hilera de días
Es otra la mirada como la del hombre que se mira fijamente en la mujer
Y descubre que ha convivido con el relámpago
Que encamina a la sangre hacia un camino invisible
Con la clave que castiga las piedras, para que la luz se quede a solas con la muerte.
Descubre que ha agitado pájaros y espejos para que el infierno envejezca
Descubre que ha dejado cubierto de brisas el árbol sexual que releva a la muerte
Descubre que dos temblores se quedaron para siempre frente a frente.


Segundo anuncio
Se conectan mangueras al cuerpo para tragar agua de mar día y noche
Y así enloquecidos partir a la guerra
Que hay entre derrumbes y desdoblamientos
Son de la familia del hombre
Que alimentaba embriones astrales con tinta
Sus ecos llevan alcohol a la estrella, convierten en piedra pómez los cruceros.
Los están urdiendo desde lejos,
Por eso sienten la angustia que rodea al rayo
Llevan tierra a los espejos
Para ver si ella es la medida de la resurrección,
Están preparando un largo festejo,
Como vidrios que buscan una fibra oblicua
Nada pueden contra ellos, ni los exorcismos marinos que ahora bajan por las ventanas
Ni esa arena invisible donde permanecen las ataduras.
Se van hiriendo y esas cicatrices
Van diferenciando esos enarbolados contactos que hay entre la luz y el aire
Nos hacen lejano el cuerpo,
Cercana la incógnita de la que brotan las aguas
Ponen la nube trepadora al lado del instrumento espumoso
Ahora dicen: “Enjaularemos la sangre, no sin antes preguntarle
Si cielo o mar a la huella”, es que tantos resplandores nos han sido vedados,
Desde que las puertas volaron en busca del día,
Desde que el agua tiene la muerte en alto
Refulge como nunca el hilo que detuvo al diluvio
Y ellos partieron en busca de emblemas para la tierra
La seca estrella puso cuerpos acalambrados en el camino.
Los están urdiendo desde lejos y avanzan y avanzan
Encierran fuego en las estrellas para hacer reñir a las aves
Son reclamados como esas banderas o seres sin cabeza
Que hacen piar la imantación
Aunque todo parezca perfecto fijo e indisoluble
Todas las tardes raspan sangre seca de pájaro
Por el bien de todas las estructuras.
Partieron en busca de emblemas para la tierra,
De ese arraigo titilante que esta en vías de ser un internado
De cisnes mortíferos donde se entra a darse esos roces enrejados
Que hay entre los espermatozoides y el anticristo
Seres turnios hacen maderos a la orilla del camino
Se ajustaron los astros a un hilo de sangre.
¿Qué harán esta noche que los estoy mirando?
Tendrán una muerte con contornos de aire o agrandaran el anillo
O conseguirán un cadalso glúteo, o solo esperaran el día,
Porque siempre en el día tendrán la edad de los árboles,
Y dicen: “A partir de este rayo cada herida tendrá la edad de los árboles”
Por eso nosotros bebemos y nos alumbramos
Pero aguas y luces se abstienen de nuestra postrera desnudez.
Todo esto ya no esta ni siquiera en la larvada oscuridad
De quien ha cerrado todas las puertas,
Y esperado que los vidrios muestren aires sucesores.
Tocamos el dolor de los animales en los abismos nuevos
Después el cielo solo reflejo nuestra afinidad con las piedras.


Del libro inédito Ventanas Quebradas

Enero
Abres tus piernas
Y es la calavera del sol que me espera.
Meto uno de mis huesos dentro del animal
Para la reprogramación.


Febrero
Estallan los vidrios de la casa
Y el techo se cubre de palomas.

Después: sólo pálidos poderes.


Noviembre
Cuando regreses a besar la roca
Sabremos cual fue tu goce entre las plantas secas
Cual fue el rescate entre constelaciones y cenizas.

Por ahora el mismo flujo en el noviazgo de la espuma.



Rodrigo Verdugo Pizarro (Chile, 1977). Coeditor y articulista de la Revista Derrame. Miembro del Grupo Surrealista Derrame. Sub director de la Revista Rayentru y Coeditor de la Revista Labios Menores. Su obra ha sido publicada en revistas y antologías chilenas y extranjeras siendo traducida parcialmente al: Ingles, Frances, Italiano, Portugués, Polaco, Árabe, Uzbeko y Rumano. En 2002 publica su primer libro "Nudos velados" Ed Derrame. En 2005 participa en la exposición colectiva "Derrame cono sur o el viaje de los argonautas" en la Fundación Eugenio Granell (Santiago de Compostela, España) y obtiene el primer lugar en el concurso "Alas de poesía" organizado por la Asociación "Amigos de la poesía" (Monterrey. México).
En 2008 participa junto a los poetas Rodrigo Hernández Piceros y Marcela Albornoz Dachelet en la edición del libro “IDEM” del poeta Armando Uribe, Coedición Ediciones Derrame, Editorial Universidad de Talca. y en la exposición internacional de surrealismo "0 reverso do Olhar", en la Casa de la Cultura de Coimbra (Coimbra, Portugal) En 2009 participa en la exposición internacional de surrealismo "Iluminacoes Descontinuas" en el Convento de San José, (Lagoa, Portugal) y es invitado a la XIX versión del Festival Internacional de poesía de Medellín.(Colombia). En 2010 participa en la muestra “Bicente Chile BCN” Muestra poética Chile- Barcelona, en el Centro Civico Convent de San Agusti, (Barcelona, España). Actualmente trabaja en su segundo libro: "Anuncio”, y dirige el Taller Literario “Joan Brossa” del Centrè Català.

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